Spencer; Arthur F.

por **F. Arthur Spencer** Miér 19 Dic 2018 - 23:31

F. Arthur Spencer

Edad: 263 años | 32 aparentes

Nacimiento: 01/08

Raza: Vampiro

Ocupación: Psicológo | Mafioso | Inversor

Sexo: Masculino

Orientación: Bisexual

Nacionalidad: Británico

Clan: Sangre Azul

Personalidad

«En uno, la necesidad reviste la forma de sus pasiones; en otro, es la costumbre de escuchar y obedecer: en un tercero, se da mediante la conciencia lógica, y en un cuarto, se muestra en el capricho y el placer extravagante de leer saltándose páginas. Pero todos ellos buscan el libre albedrío precisamente allí donde están más encadenados.» (...) — Friedrich Nietzsche.

Posee el ojo juzgador de Azrael, aquél que se atreve a mirar más allá de tu mente, y socava tu alma de a raíz. Ojos que se infiltran y calan, dónde muchas veces logra persuadir el nerviosismo histérico o la incomodidad, pero, deben entender que él es estudioso y que su intelectualidad desvirtúa los esquemas más sencillos para transformarlos en su propio lenguaje científico, típico de estudio y experimentación constante.

Inculcado en enseñanzas conservadoras, actúa bajo los parámetros de una lógica empírica despreciable y destructiva. Una autoestima que parece estar en las nubes y sin embargo, muy dentro de sí, también puede guardar muy bien su lado más pusilánime en ciertos temas de vida.

Fanático del orden. Su inmunda soberanía tirana y su perfeccionismo decadente te hacen querer acusarlo con un dedo y gritar vociferante, las palabras más crueles que tus labios jamás han tenido la oportunidad de decir. Se sale con la suya si puede. Capaz de engañar tu cerebro porque tiene las armas, un peligroso titiritero si no se tiene cuidado, en cambio, sus responsabilidades como doctor y buen civil, práctico en su campo, ejerce el bien con un desempeño envidiable. Sin embargo, si aquellos de a su alrededor se descuidan, pueden acabar en su tirano círculo.

Nacido en la noche, cuida de su entorno hasta la exageración y pese a todos sus defectos, —que son bastantes—, existen virtudes volcadas en su alma, considerándolo al menos un poco más humano. Cómo mortífera honestidad que desprende su lengua de serpiente, en una calma y apacible voz susurrante, además, ésa imperturbable tranquilidad que expresa lo convierte en un disciplinado, hallándose en completa armonía en su universo imaginario. Esto le hace un ser hermético y cerrado, difícil e impredecible puesto que llega a moverse con la gracilidad e independencia de un felino sin dueño. Podría decirse también que tras esas capas de serenidad y frío, puede descubrirse un hombre ardiente y sensual, dominante por excelencia.

Refinado y cortés, su habladuría nunca será banal ni trivial, por lo que las conversaciones irán a dónde él quiere, igual a una corriente marina en la que puedes acabar ahogado si comienzas a ir en contra de ésta. Usualmente está aderezado con amabilidad falsa, puesto que las relaciones son conexiones y peones en un juego de ajedrez.

En las relaciones de primer acercamiento, siempre lo toma como un reto, haciendo de todos un sujeto de estudio. Le es inevitable, y aún así, lo guarda en su cofre de información. Durante tantos años, ha perdurado un notable rasgo en su personalidad: El gusto por el cambio. La innovación. La vanguardia. Romper los dogmas y ser completamente diferente, auténtico, único pese a lo que los demás lleguen a murmurar a sus espaldas. Pero aún así, nadie se animará a decírselo en la cara, principalmente sus criados de los cuales, extrañamente se llevan bien y le temen al mismo tiempo ante su voz autoritaria. Líder de opinión y diferentes filosofías que fue acumulando al paso del tiempo, pues, los mismos cambian y es hasta predecible que ciertas cosas no mudan entre los mortales.

Sádico por naturaleza vampírica, la oscuridad le abraza y él se la permite. Visionario, le dicen. Ambicioso. Pero la palabra “tirano”, suele ser frecuente por desear tener control sobre todo, incluso, es él es más crítico sobre sí mismo. Reconoce sus errores y lo achaca, aún si se notase el aire orgulloso, porque no se permitiría mostrarse débil ante el enemigo. Cuestión más bien de prevenirse.

Historia

I
ORÍGENES

Su padre John Spencer, —descendiente de duques británicos—, siempre se interesó por la economía y las ciencias jurídicas, se convirtió en un erudito en su campo, pero más tarde se enamoraría de una encantadora mujer estudiosa de las artes plásticas, la señorita Katharina Wieser. Un tórrido romance que acabó en nupcias en la Iglesia de los Agustinos, parroquia de corte imperial en Austria. Un año después, Arthur Spencer, sería concebido en Londres. Nació dentro de aquella familia de altos estándares e intelectuales empedernidos, bajo la mano dura de un padre exigente y un abuelo versado en las artes políticas. Segundo hijo de siete hermanos, el primogénito de la familia murió antes de los cinco, los títulos serían heredados a él. Entonces, la ‘nobleza’ se le subió a la cabeza, a tales puntos que se mueve siempre con grandeza desde que tiene uso de razón. Un consentido que fue abrigado en telas de seda, cunas costosas, y leche de la mejor calidad, convirtiéndolo en un hombre culto, de buen porte indiscutible.

II
DULCES SUEÑOS

El “abrazo”, el “beso”, o, el “mordisco”, data de cuando Arthur alcanzó sus florecientes treinta y dos años. Su creador fue un hombre maduro, de Sangre Azul, el cual ha creado otros vampiros de gran estatus, a parte de él. Él es reacio a contar la historia, de la cual, muchas veces rememora en un viejo diario escrito para jamás olvidarlo.

Éste para el fue un mentor, un amigo, un confidente, un padre e incluso, tal vez, un abuelo. Su cariño y lazo se extendió más allá de la comprensión, y sólo a él, le suplicó que no le abandonase. Pero lo hizo. Desapareció tiempo tardío, cuando lo liberó y dijo expresamente, que ya podía ser independiente. ¿Y como hacerlo en un mundo tan basto y horroroso? Necesitaba de sus consejos, así como los reyes dependían de sus generosos consejeros reales.

III
WATARI

Decidió viajar a Japón después de una temporada en Estados Unidos, allí fue profesor nocturno en la Universidad de Stanford (Los Ángeles); más tarde, recibió la carta formal de un ministro japonés. Su pedido fue que cuidara a su hija ilegítima, la cual posee problemas mentales, por eso necesitaba la presencia de un extranjero para que nadie supiera de ella. Arthur al poseer cierta reputación, fue recomendado, razón por la cual ejerce acutalmente como psicólogo en el Reformatorio Watari.

Descripción física

Un hombre de belleza mística y atractiva, resultado de una combinación explosiva y misteriosa. Supone atraer la mirada femenina, por lo que no estará en desventaja en los cánones de belleza actual ante un bendecido —o maldecido— cuerpo escultural, por ende muchos pecan de envidia y frustración. Porque su cuerpo esbelto, opacado por los trajes caros, promueve la emoción lujuriosa, la pasional. Queda al criterio del espectador, si merece o no, una hermosa interpretación literaria.

De cabellos azabaches, facciones impasibles y penetrantes ojos es lo que muchos llamarían “lo que no deberías probar ni tragar” porque más que un jugo dulce, un veneno embriagante para el ojo. Labios deliciosos, a veces humedecidos por un inconsciente movimiento de lengua —una maña inamovible—, por lo que entonces se ven perladas y apetitosas. Mejillas pálidas, con un cutis raso que se compara al tacto de un frío mármol.

Voz susurrante, fría y racional, ¡pero su risa!, ella te hiela la piel. Petrifica el alma y la hace temblar, según el más cobarde. Y aún en el tono más condescendiente pretende sacudir los tuétanos en un glosario de palabras tortuosas y virulentas, capaces de infringir un daño emocional más que físico. Timbre seductor, sin duda varonil, un canto atractivo que arrastra a los pobres mártires a la perdición.

Información extra

Gustos:
—Fragancia de los jazmines
—Aroma a café
—Días de tormenta
—Invierno y otoño
—Equitación
—Películas clásicas
—Literatura universal
—Caligrafía oriental
—Cultura asiática
—Depredadores felinos
—Arte
—Cacería humana

Disgustos:
—Impuntualidades
—Descortesías
—Desobediencia y rebeldía
—Justificaciones innecesarias

Manías:
—Tener la última palabra en una discusión e irse.
—Recitar el nombre de sus enemigos antes de irse a dormir
—Buscar la simetría y orden en las cosas

Otros datos:
—Es miembro de la Academia Nacional de Ciencia de los Estados Unidos y de la Asociación Americana de Psicología (APA)
—Se llama así mismo a veces como: Científico social.
—Además de la psicología, se interesó también por la sociología, la filosofía, ciencias políticas, la química y la física.
—Es dueño de un caballo llamado Káiser, el mismo ha entrado en competencias de caballos.
—La servidumbre que posee en su residencia, son exclusivamente mujeres de procedencia japonesa, china y coreana. Excepto por su mayordomo de confianza, que es inglés. Éste siempre le acompaña, es su fiel ayudante, una sombra pegada a sus pies. Lo trae y lleva a dónde desee moverse. Jamás cuestiona y niega las necesidades de su Amo.
—Posee una estrecha relación con la Yakuza.
—Se ha casado cinco veces.
—Es fumador
—Suele usar guantes casi todo el tiempo.
—Su única festividad favorita es el Día de los Muertos.
—Posee un acuario de pirañas, otra de una Mamba negra a su cuidado.
—Suele asistir a clubs de BDSM.
—Es mecenas y coleccionista de arte.
—Ha escrito artículos, un ensayo al que ha llamado: "Índice de Pensamientos Prohibidos" y libros de psicología bajo su autoría. Incluso, dado conferencias y entrevistas respecto a sus estudios.
—Su abuelo materno le obligó a aprender a tocar el piano, obligatorio siendo mitad austriaco.
—Invierte en empresas, del mismo modo, posee gran parte de las acciones de una empresa de tabaco en América y Europa.

Las puertas siempre se abrirán para aquellos valientes que se atrevan a llamar.

Original — gallerykira — F. Arthur Spencer